Estas vacaciones… vuelva a ser un niño

Se acercan las vacaciones y comenzamos a pensar dónde ir, cuántos días, con quién… en ocasiones, la elección se reduce a optar por un viaje intenso pero agotador, lleno de lugares nuevos y experiencias, o un rincón que nos permita descansar y huir del estrés que sufrimos el resto del año. ¿Ya tiene Ud. decidido dónde irá? Si no es así, permítanos una sugerencia que puede convertir su veraneo en algo muy especial.

Playa de las Canteras, Palmas de Gran Canaria, 1962. Crédito imagen: 20minutos.es

¿Dónde veraneaba cuando era un niño? El pueblo de sus padres, la casa en la playa, la ciudad de sus abuelos, un pequeño hotel donde nos recibían año tras año… los lugares de veraneo de nuestra infancia dejan en nosotros recuerdos imborrables.

¿Hace cuánto que no vuelve allí? Si cierra los ojos y piensa por un par de minutos en esos veranos de cuando era un niño, seguro que rememora mil instantes felices: compañeros de juegos, vecinos entrañables, lugares inolvidables, un primer amor, mil sabores, olores, imágenes…

Tal vez sea este un buen momento para hacer las maletas y volver allí con nuestra familia. Ellos estarán encantados de pasear con Ud. por los mismos lugares por los que caminó hace tantos años y escuchar las historias y anécdotas que a ellos han quedado ligadas para siempre: “aquí es donde veníamos a nadar”, “en este lugar jugaba con mis primos”, “esta es la heladería que vendía los helados más deliciosos del mundo”…

Pero no sólo se enriquecerá su familia con esas historias y recuerdos. Sobre todo, Ud. mismo se sorprenderá al ver cómo afloran nuevos recuerdos o personas que llevaban enterradas en su memoria muchos años. Evocar es siempre una experiencia hermosa, y rescatar de nuestra memoria los veranos de nuestra infancia puede proporcionarle las vacaciones más inolvidables de los últimos años.

Y mientras planeamos nuestro viaje, cuéntenos… ¿Cuál es el primer recuerdo que le viene a la cabeza cuando piensa en los veranos de su infancia?