El 90% de nuestras conductas son de origen genético y «sólo» el 10% es de origen social (aprendido), según los más recientes estudios. Tiene su lógica: si fuese al revés, si la mayoría de nuestras conductas fuesen libre albedrío de cada individuo todos estaríamos muertos, todas las razas y especies humanas extinguidos.
Es lógico que cuando nos miramos al espejo en más de una ocasión hagamos gestos involuntarios idénticos a alguno de nuestros ancestros. Justo en el momento que hacemos ese gesto podemos saber cómo sintió o cómo pensó ese ancestro nuestro ya que el gen o genes que provocan esa gesticulación en nosotros es exactamente el mismo que nuestro ancestro.
Conductas idénticas que se repiten durante 3 ó 4 generaciones se graban en los genes de nuestros respectivos linajes. Y si esas conductas mejoran nuestra supervivencia o al menos no le afecta, muchas de ellas se siguen heredando, sobre todo las de índole genética dominante. Hay veces que ciertas conductas de ancestros más lejanos se heredan con mayor persistencia que otras de ancestros más cercanos. Eso significa que usted podría hacer un gesto que un tatarabuelo suyo hacía, como por ejemplo mordisquearse la piel seca del labio inferior ayudándose del dedo índice izquierdo mientras mira a alguien pero pensando en otra cosa, provocando en usted ciertas facciones que son el espejo de aquel bisabuelo o tatarabuelo según le cuenta algún familiar anciano: «Eso mismo que haces con el labio y el dedo lo hacía mi abuelo exactamente igual!»
Recomiendo el libro «El Origen del Hombre y la Selección Sexual» de Charles Darwin o «El Origen de las Especies» del mismo autor.
estela
octubre 6, 2014
si,asi lo creo yo no comparti con mi abuela paterna,pero todos me dicen sos igual a tu abuela tenes la misma forma de pensar y de caracter