Mi tía y yo desciframos 100 años de misterio sobre la identidad de mi bisabuelo

La historia de los bisabuelos de Jessica Stanmeyer parece sacada del cine: intrigas, secretos, asesinatos, traiciones, romances prohibidos… lo tiene todo. Jessica, una usuaria de MyHeritage de 57 años, de Wisconsin, EE.UU., junto con su tía Sharyn, logró resolver el antiguo misterio de la identidad de su bisabuelo utilizando una combinación de ADN, genealogía y un poco de investigación. Esta es su historia:

Mi abuela, Esther «Sanie» Mertes, nació en la península norte de Michigan en enero de 1916. Su madre, Florence «Florrie» Mertes, sólo tenía 19 años y era soltera en el momento del nacimiento de Sanie. Florence había quedado huérfana a los 13 años tras la muerte de sus dos padres: su padre murió supuestamente en un accidente agrícola en 1900 cuando le «cayó» una prensa de heno, y su madre fue asesinada por su segundo marido en 1909. El asesinato saltó a todos los titulares de la época. Se ha especulado con que el segundo marido mató a su primer marido para casarse con ella, pero eso nunca se ha demostrado.

Al año siguiente, Florence se casó con Charles Wilkings, un viudo agradable y respetable. Fue una relación difícil. Charles era un buen marido y padre, pero Florrie tenía ojos en otros hombres y nunca apreció a Charles, según mi abuela. Dejó que Sanie creyera que Charles era su padre hasta que un día la madre le informó de que no lo era. Mi abuela amaba a Charles y quedó destrozada. De las memorias de mi abuela:

«En 1929, cuando tenía 13 años, mamá me dijo que yo no era hija de Charles, sino la hija ilegítima de un romance entre ella y un tal Roy Allie. Quedé destrozada. La desgracia de mi nacimiento no importaba demasiado, pero que no fuera de «papá», a quien amaba, y que Florrie, a quien odiaba, fuera mi verdadera madre, era más de lo que podía soportar. Me senté atónita mientras mamá me hablaba de mi padre y de su familia. Me mandó al baúl del desván a buscar la foto de mi padre. La busqué varias veces, pero nunca la encontré».

En más de una ocasión, Florrie no fue sincera, por lo que mi abuela nunca supo con total seguridad que Roy era su padre. Varios datos sobre el hombre parecían no coincidir: era francés, rubio, de complexión media, le gustaba cocinar, era fiestero. Mi abuela no era ninguna de estas cosas. Ansiaba presionar a su madre para que le diera más detalles y, finalmente, en la década de 1970, se enfrentó a su madre, queriendo saber más, y Florrie confesó que Roy no era su padre. Cuando mi abuela falleció en 2007, perdió la esperanza de conocer la identidad de su verdadero padre.

Entrando en la vorágine del ADN

Aquí es donde la moderna tecnología del ADN ha ayudado a nuestra familia a resolver este misterio familiar. Alrededor de 2017, mi padre, el hijo mayor de Sanie, recibió una prueba de ADN. Mi abuela había investigado mucho nuestro árbol genealógico. Sabía de las profundas raíces alemanas de su madre. El padre de mi padre, Vladimir Floriani, tenía profundas raíces croatas. Sólo faltaba conocer la parte francesa de nuestra familia, si es que Roy era su padre.

Para sorpresa de todos, los resultados de mi padre mostraron que era casi un 25% finlandés. Su hermana, Sharyn, intrigada, también se hizo la prueba y obtuvo resultados similares. Nuestra familia estaba sorprendida, pero sabía que el finlandés en los resultados debía ser del lado del padre de Sanie. Eso fue lo que nos llevó a Sharyn y a mí a investigar más a fondo para ver si podíamos encontrar su identidad.

La tía Sharyn y yo éramos completamente novatas en genealogía. Todo lo que sabíamos era que buscábamos a un hombre finlandés que viviera en la zona metropolitana y que pudiera ser el padre de Sanie. Utilizamos los consejos del amplio grupo de personas en sitios como MyHeritage, Geni.com y grupos de Facebook para aprender a identificar buenas coincidencias.

Acepté la recomendación de que debíamos concentrarnos sólo en las coincidencias finlandesas más fuertes con mi padre y Sharyn. Luego utilicé la herramienta AutoClusters de MyHeritage para tratar de averiguar cómo esas coincidencias estaban relacionadas entre sí. Con la ayuda de nuestra red, fuimos capaces de recrear muchos de sus árboles genealógicos hasta que un día, me di cuenta de cuántos de ellos estaban conectados.

Rápidamente nos pusimos a trabajar en su árbol genealógico para encontrar a un hombre que se ajustara a los criterios que estábamos buscando. Debido a las coincidencias de ADN, sabíamos que había ramas enteras que podíamos ignorar porque las coincidencias de ADN en esa rama eran demasiado distantes para que el hombre formara parte de esa parte del árbol. También utilicé una herramienta de probabilidad para tratar de acotar la rama en la que centrarnos.

La historia de Johannes

Aunque esta coincidencia apoyaba firmemente nuestra teoría, aún queríamos pruebas más sólidas y saber qué les había ocurrido a Johannes y a su familia.

Descubrimos que su mujer tenía una hermana, y mi tía Sharyn pudo ponerse en contacto con un pariente que casualmente tenía notas de un tío sobre Johannes y Jennie Pakarinen. La información indicaba que Johannes y Jennie tuvieron 4 hijos: Mamie, John, Martha y Levi. Era una historia desgarradora: Johannes había abandonado a su mujer hacia 1910 o 1911, y Jennie se vio obligada a trabajar para mantenerlos, pero acabó muriendo de neumonía en 1919. Los niños fueron a vivir con la hermana de Jennie durante un tiempo.

Nos enteramos de que su hijo John fue adoptado por una familia de Michigan. Las hermanas Mamie y Martha se casaron y el más joven, Levi, fue enviado a una institución. Más tarde nos enteramos de que jamás habló, ¿quizás a causa de un trauma infantil? Mamie solo estuvo casada unos años antes de divorciarse. Martha tuvo cinco hijos y fue enviada a una institución. Más tarde supimos que Martha salió de la institución y tuvo un hijo más en 1952: Paul Warrick.

Sharyn se puso en contacto con Paul a través de Facebook, quien sabía muy poco de su familia. Sólo sabía que su madre tuvo una educación traumática y que nunca hablaba de ello. Sufrió depresión posparto, estuvo en un centro y añoraba poder criar a sus hijos. Su marido insistió en traerla a casa, y fue entonces cuando quiso tener un hijo más: Paul. Nos contó que su familia cuidó de la hermana de su madre, Mamie, tras su divorcio, y él también cuidó de sus hermanos mucho mayores.

Paul accedió a hacerse una prueba de ADN. Reveló que era primo medio hermano de Sharyn y de mi padre.

Sabíamos que teníamos pruebas suficientes para afirmar que Johannes era el padre de mi abuela.

Aunque aún no hemos conocido a Paul, tanto Sharyn como mi padre han hablado largo y tendido con él, y ha sido fundamental para completar algunas historias familiares que se habían perdido todos estos años.

Por desgracia, no sabemos qué fue de Johannes Pakarinen. Paul dice que se rumorea que se quedó en la región alta de Michigan, ya que la gente recuerda haberle visto entrando en los bares de la zona. Hemos encontrado en Internet algunas tarjetas de registro de la Primera y Segunda Guerra Mundial de un granjero con un nombre similar y la misma fecha de nacimiento, nacido en la misma pequeña ciudad que Johannes, pero no podemos asegurar que fuera él. Los registros eclesiásticos finlandeses indican que sólo hubo un Johannes Pakarinen nacido en ese pueblo ese año.

Supongo que saber qué fue de él no es tan importante. Simplemente hubiera sido bueno.

En cualquier caso, me sorprende que un par de novatos como nosotros hayamos podido resolver este disparatado misterio familiar. Sólo desearía que mi abuela hubiera estado viva para participar en el proceso.

¡Muchas gracias a Jessica por compartir su increíble historia con nosotros! No tienes que ser un experto para hacer increíbles descubrimientos utilizando el ADN de MyHeritage. ¡Pide tu prueba ahora para comenzar esta aventura!