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Los recuerdos de nuestros Antepasados y su Herencia Genética
- Por Sonia Meza


¿Sabía usted que las experiencias traumáticas de nuestros antepasados pueden afectar los genes de nuestros hijos?
En el caso de mi propia familia, hemos vivido una serie de acontecimientos que realmente no podemos explicar. Nuestra familia abandonó España antes de la expulsión de 1492, dejamos Bielorrusia para ir a Estados Unidos antes de la Revolución Rusa; otros familiares abandonaron Europa antes del Holocausto, dejamos Irán antes de la Revolución, dejamos Los Ángeles antes del terremoto de Northridge. ¡Los amigos que conocen esta historia siempre me piden que les cuente con antelación si planeo irme de Nuevo México! Yo misma lo sufrí y no puedo explicarlo como otra cosa que un fuerte sentimiento de ansiedad instándome a que me fuera. ¿Quién sabe lo que mis ancestros habían experimentado para desencadenar este impulso de huir hace siglos?
El Síndrome de Antepasados y la memoria genética están incluso implicados en el caso de las fobias, que podrían basarse en experiencias heredadas de sus ancestros, como el miedo a las arañas y la experiencia aterradora de un antepasado.
Los profesores de la Universidad McGill de Montreal formularon una pregunta similar con respecto a los que pasaron por la tormenta de hielo de enero de 1998 en Quebec, una de las peores catástrofes naturales de la historia canadiense. La gente no tuvo electricidad durante semanas. Fue agotador. Los investigadores reclutaron a 176 madres que estaban embarazadas en el momento de la tormenta, o que quedaron embarazadas poco después, y evaluaron el grado de dificultad que habían experimentado (días sin electricidad, tiempo que pasaron en un refugio, y daños a sus hogares) junto con sus sentimientos personales de angustia. Trece años más tarde, analizaron las células sanguíneas de 36 de los niños nacidos de esas madres y encontraron cambios químicos. Compararon esos resultados con 34 de los mismos niños examinados ocho años antes para encontrar cambios. El resultado es que los cambios químicos se relacionaron con el grado de dificultad prenatal reportado por las madres años antes. Los investigadores afirmaron que los hallazgos ofrecían la primera evidencia humana que apoyaba la conclusión de que el estrés prenatal materno produce señales de ADN duraderas, amplias y organizadas funcionalmente.
Para una explicación de estos «interruptores de encendido y apagado», por traumatismo histórico – como lo define el Instituto Indígena para el Conocimiento y el Desarrollo, en la Universidad de Nuevo México en Albuquerque, se refiere al efecto de memorias, hechos, cuentos, imágenes, lugares, circunstancias, recreando eventos históricos traumáticos que provocan angustia emocional y física.
La transmisión intergeneracional de los traumas se ha considerado principalmente como una manera de recordar los acontecimientos, cuyo recuerdo se ha transmitido de una generación a la siguiente, en el contexto natural de los valores y hábitos familiares y comunitarios, incluyendo la narración de historias, el intercambio de experiencias, tradiciones y acontecimientos históricos específicos. Sin embargo, aunque este intercambio tiene un papel importante en las respuestas traumáticas de las generaciones más jóvenes, no explica plenamente por qué los individuos que no forman parte explícitamente de este fenómeno pueden mostrar signos de trauma histórico (es decir, impotencia, apatía, desapego y alienación de sus comunidades).
Otros estudios han mostrado indicios de este tipo en los indígenas americanos, en las familias afectadas por el Holocausto y en los afroamericanos. Los factores desencadenantes pueden incluir la hambruna, el estrés, las sustancias tóxicas y la afectividad.
La primera investigación con sobrevivientes del Holocausto fue realizada por la profesora emérita (Universidad de Niza, Francia) Anne Ancelin Schützenberger, ahora de 90 años. Su libro,»The Ancestor Syndrome: Transgenerational Psychotherapy and the Hidden Links in the Family Tree» (Síndrome del Antepasado: Psicoterapia Transgeneracional y los Enlaces Ocultos en el Árbol de la Familia) (Routledge, Londres/Nueva York, 1998), demuestra que somos simples eslabones en una cadena de generaciones, y es posible que no tengamos elección en tener sucesos y experiencias vividas por nuestros antepasados durante nuestra vida.
Trabajó con sobrevivientes del Holocausto y demostró que el daño que sufrieron fue transmitido a sus hijos e hijas y que la experiencia de vida de una persona puede afectar a generaciones posteriores.
Más tarde, el Hospital Mount Sinai (Nueva York) llevó a cabo un estudio genético de 32 hombres y mujeres judíos que habían estado en campos de concentración, experimentado torturas o que se habían escondido durante la Segunda Guerra Mundial. Los genes de sus hijos, a quienes se conocía que habían aumentado los trastornos por estrés, se compararon con las familias judías que vivieron fuera de Europa durante la guerra. La científica Rachel Yehuda dijo:»Los cambios genéticos en los niños sólo se pueden atribuir a la exposición al Holocausto en los padres» y dice que su estudio proporciona la primera demostración de la transmisión de los efectos del estrés antes de la concepción, lo que da lugar a cambios epigenéticos tanto en los padres como en los niños.
Aunque la relevancia de la supervivencia del Holocausto en la siguiente generación ha sido estudiada durante años, el desafío ha sido probar que estos efectos intergeneracionales no sólo se transmiten por las influencias sociales de los padres o la herencia genética regular.
Un interesante experimento con ratones en la Universidad de Emory (Atlanta, Georgia) combinó la fragancia de la flor del cerezo con una pequeña descarga eléctrica. Eventualmente, los ratones se estremecieron al oler el olor sin el sacudón. Los ratones descendientes de los ratones tenían el mismo miedo a la fragancia aunque nunca la habían olido. Sus cerebros tenían un mayor número de receptores de olor a cerezo en flor, mostrando que habían heredado la asociación de la fragancia con el miedo. Otro estudio utilizó almendras dulces con el mismo resultado. Los científicos estuvieron de acuerdo en que tales resultados en ratas pueden sobrevivir por lo menos cuatro generaciones.
En ese momento, se pensaba que esto sería imposible de probar científicamente. Sin embargo, experimentos recientes han demostrado que es posible.
Doreen Carvajal, una antigua reportera del New York Times que ha estado investigando su herencia y genealogía durante años, está intrigada por la creencia de que las generaciones transmiten habilidades particulares de supervivencia y un sentido inconsciente de identidad que resiste la prueba del paso de los siglos.
En la década de 1990, la psicoterapeuta de Jerusalén Dina Wardi trabajó con los hijos de sobrevivientes del Holocausto y desarrolló la teoría de que los padres sobrevivientes a menudo designaban a ciertos niños como «cirios conmemorativos», quienes servían de enlace para preservar el pasado y conectar el futuro. Los hijos de supervivientes que lucharon activamente contra los nazis, encontró Wardi, tenían una ambición compulsiva por conquistar.
Un nuevo giro en este campo es ofrecido por un psiquiatra de Wisconsin, el Dr. Darold A. Treffert, quien mantiene un registro de unos 300 «eruditos», quienes a través de una lesión en la cabeza u otra condición adquieren habilidades que nunca aprendieron. Probablemente, dice, esas habilidades como la música, las matemáticas, el arte y el cómputo de calendarios, fueron enterradas profundamente en sus cerebros. Lo llama memoria genética, o «software instalado de fábrica», un enorme depósito de conocimiento latente que puede surgir cuando un cerebro dañado se vuelve a conectar para recuperarse de las lesiones. Dice que la única forma de que el conocimiento pueda estar ahí es a través de la transmisión genética.
Un libro reciente,»Evolución de nosotros mismos», de Juan Enríquez y Steve Gullans (Penguin Random House, 2015) afirma que, al momento de la concepción, nuestros nietos escuchan cuentos remotos y a veces los transmiten.
¿Su familia siente que tiene una conexión con el pasado a través de las experiencias de sus antepasados? Comparta sus comentarios a continuación.
Carlos
noviembre 5, 2017
Quisera saber de donde vienen mis antepasados y quienes fueron en la sociedad