

La Navidad y la llegada del Nuevo Año hacen que la familia se reúna para compartir buenos momentos, y muchas veces otros no tan buenos. En todas las familias algún integrante fallece, y es entonces cuando a la gente se le van las ganas de festejar para centrarse en la nostalgia, la incomprensión y la falta de esperanza debido al duelo natural por la falta del ser querido.

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Este post va dirigido a aquellos que están en duelo y sienten que la Navidad es una contradicción. Si él o ella no están, entonces ¿qué sentido tiene celebrar?
Hay otra posibilidad: Construir otra Navidad. Una Navidad que traiga esperanza, reconciliación y que sirva para fortalecer y aliviar el sufrimiento.
Le sugerimos una serie de consejos para afrontarla de una manera diferente:
- Haga una reunión familiar prenavideña. Pídale a su familia hablar sobre la celebración, incluyendo las emociones, necesidades y temores. ¿Qué cosas quieren mantener y cuáles no? Pónganse de acuerdo en la manera de celebrarla y las reglas que podría haber para ello. ¿Habrá niños? ¿Alguien enfermo?
- Encontrar la manera de recordar a quién falta. Tal vez pueda incluir en el Belén o Nacimiento una foto de la persona que falta, o tal vez un minuto antes de comenzar la cena puedan compartir vuestros pensamientos y sentimientos hacia ella. En Internet hay muchas ideas de cómo transformar ropa en un tierno osito de recuerdos o realizar un farol con su fotografía favorita para iluminar el ambiente.
- Tener en cuenta a los niños. Los niños miran constantemente a los adultos y si sienten temor, lo primeroque buscan es el consuelo en la actitud del adulto. Si el niño encuentra a la familia enfrentando una situación y no intentando evadirla, seguramente crecerá más feliz. Preparar dibujos simples para colgar en el árbol de navidad o utilizar un rincón para representar lo que esa persona amaba de la Navidad puede hacernos mas llevadero el momento de duelo.
- No forzar situaciones. No evoque recuerdos para ponerse triste, pero si emergen, tranquilo, que para eso estamos con quiénes más nos aman. Escuche lo que tienen para contar y cuando finalice, un gran abrazo de consuelo servirá para que de una manera diferente esta Navidad sea también especial.
- Los cambios graduales son mejor. Trata de transformar el momento, pero no de trastocarlo. Otros integrantes de la familia pueden sentir que la magia desaparece y todos viven el dolor de una manera diferente, sobre todo los más jóvenes.
Sabemos que no hay mejor escuela que la experiencia… ¿Tiene Ud. algún consejo valioso para compartir?