Puede ser que la madre tenga algo que ver con los gustos del hijo, tiene cierto sentido. Pero apuesto a que existen otros condicionantes que interfieren en el desarrollo de los gustos de la persona, como por ejemplo las experiencias.


Sin razón, estuve pensando en qué cosas no me gustan para comer y se me vinieron a la cabeza una serie de platos o productos para agregar a mi lista negra. Algunos de ellos realmente no me gustan, a otros, sin embargo, les declaro mi rechazo sólo porque sí, sin siquiera haberles dado una oportunidad.
¿Por qué?
Mi respuesta ante esta pregunta es porque desde que tengo recuerdos, mi madre influenciaba mis gustos en la cocina. Todo esto a tal nivel, que con el paso de los años y ya con absoluta independencia para elegir lo que quiero comer, he ido quitando cosas de la lista negra y las he ido poniendo dentro de mis “números frecuentes” a la hora de ordenar o preparar algo para comer.
Una investigación norteamericana afirma que la preferencia de los niños hacia un alimento determinado depende directamente de los gustos de la madre, todo esto condicionado a que el niño haya sido amamantado de forma natural y, por tanto, haya estado expuesto a todo aquello que agrada a su progenitora a través del líquido amniótico antes de nacer y de la leche durante la lactancia.
Ahora ojo, esto tampoco se trata de culpar a las madres por lo que no comemos nosotros. He escuchado hablar también de los “gustos adquiridos”. Me da la impresión que es una palabra de moda y que se define como: “una apreciación sobre un alimento o bebida, el cual se considera que para ser verdaderamente apreciado debe existir una exposición prolongada, parcial o completa a los aromas o texturas, hasta que llega a ser considerado como algo familiar”.
Los alimentos y bebidas llamados “gustos adquiridos”, pueden llegar a ser considerados como repugnantes por quienes no están familiarizados con ellos, ya sea por la materia prima, la textura, la forma, la preparación, el olor o la apariencia de éstos.
Interesante saber cómo la herencia se ve reflejada hasta en los gustos culinarios. ¿Tienen ustedes gustos (o disgustos) “exóticos” que provengan de algún antepasado?, ¿Se preocupan de que sus hijos coman “de todo”, sin importar si a ustedes les gusta o no?
Aprovechemos las herramientas de MyHeritage.es para incluir todos estos datos que nos pueden servir para saber, desde qué preparar en una comida familiar, hasta encontrar importantes coincidencias en cuanto a los gustos de la comida que comían nuestros familiares en el pasado.
Fuente: Wikipedia.org, consumer.es
adriana ottonello camacho
septiembre 4, 2011
mi herencia por un lado italiana y por otra indigena la llevo bien marcada mi abuelo cocinaba molto bene a pesar de ser chica yo me acuerdo muy bien y si cierro los ojos creo sentir el aroma de sus conservas salsas tucos y panes caseros y aquellas pastas echas a mano sobre la mesa de madera y de la parte indigena todo lo referente a los yuyos en infuciones en aceites en raices todo rico en tradiciones pasado de mano en mano por los mas viejos de la familia