Cómo impedir que se pierdan sus recuerdos

No es un secreto. No es un truco poco conocido, ni una revelación. Ni siquiera es algo que no haya leído antes en esta misma página. Es, sencillamente, un consejo que todos deberíamos seguir y sobre el que volvemos a insistir.

Es cierto que la Historia Familiar se alimenta de recuerdos. Pero no es menos cierto que, si no nos preocupamos de que éstos queden debidamente registrados, con el mayor número de datos y fuentes posibles, los recuerdos terminarán por deformarse e incluso desvanecerse.

Créditos imagen: beards.com

La transmisión oral es una increíble fuente de riqueza, las historias que nos llegan tras generaciones de padres e hijos que las comparten en el hogar son un legado maravilloso, pero ¿Y si se hubieran escrito desde un principio? Entonces tal vez los héroes no lo fueran tanto, los malvados tuvieran otros motivos menos oscuros o los hechos nos hubieran llegado de otra forma.

Puede que no tenga tanta importancia cuando repasamos mitologías, leyendas y fábulas. Tradiciones que mezclan realidad, ficción y costumbres. Pero si estamos hablando de historias que aportan datos, lugares, fechas y personajes a nuestra historia familiar, la fidelidad de cada detalle importa.

Ya hemos escrito antes de los frascos de recuerdos, esos recipientes en los que intentamos dejar constancia escrita de los momentos más relevantes en la vida de nuestra familia: las expresiones graciosas de los pequeños, una situación emotiva, una noticia feliz, una pérdida y los sentimientos que ésta provoca en nosotros…

O tal vez esta idea fotografiada más arriba es una mejor opción. Este fue un vestido usado por tres hermanas alrededor de los 9 meses de edad, en los años 50. Un buen día lo encontraron y decidieron hacer con él utilizando un cuadro vitrina, mucho más que un recuerdo que puede mancharse, perderse y terminar en algún contenedor de basura.

Siguiendo precisamente esta clase de acontecimientos, las pérdidas de familiares y amigos, es a donde muchos amantes de la historia familiar han querido trasladar su frasco de recuerdos. Al lugar y al instante en que a todos nosotros nos afloran los recuerdos que hemos compartido con la persona que nos ha dejado.

Un frasco sencillo, discreto y bonito puede ser colocado en un rincón del funeral, del velatorio, de la ceremonia civil o religiosa o bien de la reunión familiar que está teniendo lugar para despedir al fallecido. En este tipo de situaciones a todos nos gusta recordar a la persona, relatar una vez más sus anécdotas más divertidas o resaltar algo hermoso que ha dejado tras de sí.

Escríbalo. Invite a que lo hagan. Déjelo a mano, facilite ese acto tan sencillo -y consolador- como es el de volcar su corazón en unas cuantas frases sinceras sobre un amigo o familiar que se ha ido para siempre.

Luego de recolectar todos estos trozos de vida, de sentimientos, puede hacer una composición cuidando colores, tamaño y elementos a colocar para tener ese rincón favorito de celebración de la vida y los recuerdos.

Abuela y sus juguetes. Créditos imagen: trapaniartandframe.wordpress.com

Después, con el pasar del tiempo, tendrá el mayor de los tesoros.