¿Cuándo es mi santo? ¿A todos nos corresponde uno?

¿Cuándo es mi santo? ¿A todos nos corresponde uno?

¿Cómo saber cuándo es mi santo con certeza? ¿Y en qué fecha se celebra? Esta antigua tradición católica abarca miles de santos y patronos de todos los tiempos, pero puede que te preguntes que si tu nombre no es demasiado frecuente… ¿Cuenta con un santo que lo conmemora?

¿Desde cuándo se celebran los santos?

En MyHeritage nos encanta contar historias que tengan que ver con nombres, familias o tradiciones y la del origen de la onomástica es muy interesante: ya en tiempos antiguos era algo común la celebración del nombre de las personas, que estaba habitualmente asociado al día de su nacimiento. 

Pero fue el célebre filósofo y político romano Cicerón quien introdujo “dies onomástica”… como el término que alude al día que hoy conocemos (en América se utiliza “onomástico”) ¡Y estamos hablando de tiempos anteriores a Cristo! 

Desde los inicios del cristianismo la Iglesia veneraba a los mártires, aquellos que habían dado su vida por sus creencias. Se conmemoraba el día en que habían fallecido aunque se le llamaba el “dies natalis” puesto que consideraban que su muerte en el martirio era el momento en que habían nacido a la vida eterna. 

Como ejemplo y modelo de inspiración para el resto de cristianos, la creciente lista de nombres e historias empezó a ser recogida en unos libros denominados “Martirologios”.

Con el paso del tiempo, santos y mártires fueron nutriendo diferentes Martirologios hasta que el Papa Gregorio XIII propició la publicación de una versión oficial y autorizada en 1583, el primer Martirologio Romano.

Los Santos están recogidos en el Martirologio Romano por la Iglesia

Martirologio Romano publicado en México en 1678

A este le han sucedido multitud de versiones del Santoral católico que han ido ordenando y asignando a los personajes históricos venerables un día en el que se les recuerda basándose en su fecha de defunción o en acontecimientos especiales como el caso de los Papas, cuyo día señalado es el del inicio de su Papado.

¿Cuál es mi Santo?

La respuesta es, en muchas ocasiones, muy sencilla: el correspondiente a tu nombre de pila. Pero puede darse que la Iglesia reconozca a varios con el mismo nombre y ninguno de ellos se celebre el día de tu nacimiento. En ese caso, puedes adoptar aquel cuya vida más te inspire, su origen te resulte más cercano… 

Si te llamas de una forma tan original que no figura aún entre los miles de nombres (más de diez mil) que forman parte del Martirologio Romano, también tienes una alternativa que acoge a todos sin excepción: el día de Todos los Santos. 

Desde el siglo VIII en que el Papa Gregorio III consagró una capilla en honor de todos los Santos, hay una fecha destinada a honrar el nombre y la memoria de todas estas personas destacadas, independientemente de su nombre y origen.

La vida de los Santos sirve de inspiración para los católicos

La visión de San Bernardo, Pietro Perugino. Alte Pinakothek, Munich

Si no localizas tu nombre en el santoral, el uno de noviembre será tu onomástica. No obstante, no será por falta de nombres (más de diez mil) ni por la ausencia de muchos tan poco comunes como Euprepio, Sidonio, Mumolino, Acisclo o Irmgarda… ¡busca el tuyo!

Son muchas las fuentes que puedes utilizar para encontrar uno o más santos. Además del propio Martirologio Romano que está editado en forma de libro, en las páginas web de Diócesis e instituciones católicas es muy común encontrar los santos de cada día junto con algunos apuntes biográficos de cada uno de ellos. Busca las que sean pertenecientes a tu país o zona geográfica, puesto que las listas se adaptan para incluir a personajes propios de cada cultura o país.

¿Tiene interés genealógico el Santoral?

Seas católico o no, el Santoral no es solamente una relación de biografías y personajes. Si bien en la actualidad no es una costumbre tan extendida, durante muchísimo tiempo era muy corriente bautizar a un recién nacido con el nombre del Santo o Santa de ese día, aunque figurara en segundo lugar.

Por eso, para todos aquellos que buscan más datos sobre un familiar, sus nombres pueden proporcionar una pista sobre su fecha de nacimiento o incluso, cuando un texto manuscrito en su registro no es suficientemente claro, revelar su nombre con mayor precisión.

Finalmente, ten en cuenta que celebrar una onomástica constituye un bonito motivo para que una familia se reúna. Tal vez te parezca una buena idea iniciar tú mismo la tradición en tu hogar invitando a los tuyos a pasar una jornada homenajeando a un miembro de la familia.

Aprovecha una onomástica para organizar una reunión familiar

Podéis compartir historias, capturar imágenes familiares, registrar datos y recuerdos que no conocías… ¡No olvides añadir después toda esa información a tu árbol familiar y, si aún no has creado el tuyo, hazlo gratuitamente en la web de MyHeritage en tan solo unos minutos. ¡Siempre hay una estupenda ocasión para enriquecer y hacer que crezca tu historia familiar!