Como Hacer un Árbol Genealógico para Niños
- Por Sonia Meza
Gracias a que un día nos decidimos a crear y alimentar nuestro árbol genealógico en MyHeritage, hemos aprendido más sobre nuestros antepasados y el contexto en el que vivieron, descubierto sus historias y tradiciones… nos hemos sentido más cerca de ellos y hemos construido un legado para dejar a nuestros hijos o nietos… y que así sean ellos quienes sigan atesorando la historia de nuestra familia.
Todos nosotros hemos experimentado lo enriquecedora y educativa que puede ser la genealogía para cualquiera que se inicie en ella. De hecho, en los programas educativos de muchos países se incluye durante la educación primaria una o más actividades orientadas a que los alumnos valoren su legado familiar e inicien fácilmente un registro de la información que consigan de sus parientes. Tú puedes hacer lo mismo en tan solo unos minutos creando un árbol genealógico gratuito en la web de MyHeritage.
Y no necesitas esperar a que inviten a tus hijos a hacerlo en el colegio ¿Y si los animas hoy mismo a ver tu árbol genealógico, escuchar las historias de sus abuelos y, mejor aún, crear ellos mismos un árbol que les permita entender mejor los lazos de su familia e incluso, con el tiempo, llegar más allá de lo que hemos conseguido nosotros?
Presentar a un niño la genealogía como lo que es, un emocionante viaje repleto de descubrimientos e historias inolvidables, despertará con toda probabilidad su curiosidad y posteriormente su entusiasmo hacia esta afición. Y ahora llega la gran pregunta: ¿Cuáles deberían ser los primeros pasos a la hora de crear un árbol genealógico para niños?
Como Hacer un Árbol Genealógico Simple
El primer objetivo que nos debemos marcar es el de simplificar la actividad y eliminar todo lo que sea superfluo para contagiar nuestro entusiasmo. No es momento de hablar de la conveniencia de los datos contrastados, de la verificación de las fuentes… ahora lo que toca es rescatar las historias más divertidas de nuestra familia, las más emocionantes, e invitar a trasladarlas a un árbol familiar. Estos ingredientes, que son algo así como la trastienda de cualquier árbol genealógico lleno de nombres y fechas, serás los que cautiven y enganchen al niño.
Comenzar completando una Actividad
Un primer paso idóneo puede ser uno de los recursos de nuestra página MyHeritage Educación. En la sección de Materiales para descargar encontrarás Actividades para niños, un pdf gratuito con pasatiempos que sirven como una divertida puerta de entrada al mundo de la genealogía.
Para esquivar de nuevo el desfile de registros y datos que pueden desanimar y aburrir a los más pequeños, empecemos por los familiares a los que el niño puede llamar y pedir directamente sus fechas, grabando de paso algunas historias e incorporándolas al árbol. MyHeritage permite añadir tanto fotografías como vídeos o mensajes de audio, de modo que aprovechemos para revestir de elementos multimedia el árbol familiar. Seguro que unas cuantas entrevistas familiares le harán descubrir cosas que no sabía de sus padres, abuelos, tíos… y sumar los resultados al árbol lo convertirá en algo mucho más vivo.
No cometer errores
No cometamos el error de invitarle a abrir y manejar nuestro árbol. Lo más probable es que encuentre más datos y nombres de los que realmente le interesa. Invitémosle a crear su propio árbol en la web de MyHeritage y que sea él mismo quien aprenda a crear registros y enlazar antepasados. Introducir dos o tres generaciones no le resultará difícil y para él será todo un logro estimulante. Más adelante y con más camino recorrido, podrás invitarle a incorporar su árbol al tuyo e investigar juntos sobre el mismo.
Las Fotos son de mucha ayuda
Otras formas de ofrecer al niño una genealogía más viva y emocional son las que se basan en imágenes históricas y recreaciones de época. Recupera tus fotografías -o las que están por casa de tus padres o abuelos- y digitalízalas. Añadir cualquier imagen a tu árbol es tan sencillo como seleccionar un registro y, en la columna de información de la parte izquierda de la pantalla, pulsar sobre +Agregar en la sección de Fotos y Vídeos. Aparecerá una ventana negra sobre la que puedes arrastrar las imágenes relacionadas con ese familiar o, si quieres indicarle la ruta donde se encuentra la fotografía a cargar, pulsa en Seleccione archivos.
MyHeritage cuenta con varias herramientas muy potentes, pero sencillas de utilizar, para que cualquier imagen se llene de vida y color. En el menú superior Fotos de tu árbol encontrarás la opción Dé color a sus fotos donde podrás restaurar el color de tus fotografías más preciadas. De nuevo puedes arrastrar la imagen sobre la ventana o especificar la ruta de almacenamiento. También es posible, sin ningún tipo de conocimiento técnico, reparar las imágenes dañadas y obtener una fotografía más clara y definida con la opción de Reparar fotos.
Aprovecha además nuestra espectacular herramienta Deep Nostalgia para animar las fotografías de tus antepasados. No es lo mismo introducir un nombre y unas fechas remotamente familiares que enseñar al pequeño genealogista un vídeo de su bisabuelo o tatarabuelo en movimiento, o una fotografía familiar emblemática restaurada e incluso coloreada. Así es como se paladea la historia familiar y se vive con intensidad. Así conquista nuestros corazones y conquistará los de nuestros hijos o nietos.
Ver juntos películas
Dedica una tarde a ver con él películas de la época, aunque en ellas no aparezca vuestra familia. Enseñarle y comentarle cómo eran las calles por las que paseaban sus abuelos, los trenes o barcos en que viajaban, la moda, los bailes… hará despegar su imaginación y visualizar de otro modo a sus antepasados. Incluso puedes preparar una fiesta en la que os disfracéis como si estuvierais en esa época en concreto… ¡si decoras el salón con unos cuantos recuerdos que conserves de tu familia seguro que resulta un día lleno de emociones e historias!
Resulta increíble hasta dónde puede llegar algo aparentemente tan simple como crear un árbol genealógico para niños e iniciarlos así en la genealogía. Será una magnífica manera de reforzar los vínculos familiares tanto con nuestros seres queridos más cercanos como con aquellos que ya no están, y quién sabe si no serán nuestros hijos quienes hereden nuestro árbol familiar y continúen nuestras investigaciones… ¡por muchos años más!