5 consejos para compartir su historia familiar

Su historia familiar es… la historia de toda su familia. Puede sonar como una perogrullada, pero pocas veces tomamos en consideración todo el significado de esta expresión. Creamos nuestro árbol familiar, investigamos, recogemos datos de nuestra familia, pero… ¿los compartimos con los demás?

Compartir el mismo legado con todos nuestros familiares es un privilegio y una oportunidad para recibir las aportaciones de cualquiera de nuestros parientes y así enriquecerlo o hacerlo más preciso.

Los vagos recuerdos que puede tener sobre, por ejemplo, su abuelo, pueden ser más vívidos y exactos en el caso de un primo, quien podrá sumar al árbol familiar una fecha que nosotros no teníamos, un lugar o, incluso, una imagen o una anécdota.

En estos días en que la tecnología, y con ella la comunicación, está al alcance de muchos de nosotros ¿Cómo podemos aprovechar para mantener vivo, reforzar y hacer crecer nuestro legado común?

1922. National Photo Co. Shorpy

Observe a continuación estos cinco consejos, póngalos en práctica y verá como en poco tiempo las ramas de su árbol genealógica serán más frondosas y habrán añadido nuevas hojas que reverdecen su herencia familiar común.

1. Aproveche las herramientas de MyHeritage. Su sitio familiar ofrece diversas formas de compartir toda su información, por supuesto, con aquellas personas que Ud. escoja. Es ideal para invitar a sus familiares a incorporar fotografías al árbol, sumar o corregir datos, estar al tanto de todas las novedades que pueden llegar a través de valiosas herramientas como Smart Matches y que pueden dar pie a que otro pariente añada información sobre los nuevos hallazgos. Y no limite su árbol a nombres y fechas, suba todo tipo de elementos multimedia.

2. Un evento para reunir a la familia. El motivo es lo de menos, lo importante es mantener una relación cálida y fluida entre todos los miembros de la familia. Organice una cena por Navidad, conmemore el aniversario de boda de sus abuelos, reúna al mayor número posible de parientes para compartir, recordar, revivir… es uno de los objetivos principales de la historia familiar y también uno de los más bellos. Escoja una fecha, un lugar, algo de comida (no tiene por qué ser algo costoso o complejo) y conviértalo en una tradición más de su familia.

3. Cree y mantenga un boletín familiar. Hay muchas maneras, gratuitas y sencillas, de crear un boletín privado para que toda la familia esté al tanto de su investigación y de cualquier acontecimiento familiar. Invite a sus parientes a suscribirse y envíe un mensaje quincenal o mensual con todas las novedades. “Martín se ha comprometido con su novia, se casarán en otoño”. “Convertirán en peatonal la calle donde vivía la abuela Rosario”. “El primo Toni ha cambiado de trabajo”. Por supuesto, encárguese de añadir en sus mensajes una llamada a que cualquiera le envíe la última novedad familiar. Se sorprenderá de cómo muchos familiares colaboran comunicando noticias, adjuntando un recorte o fotografía recién encontrada, un recuerdo repentino sobre un pariente fallecido…”

4. La cocina nos une a todos. Hay familias unidas por la música. Otras por los libros, o por los deportes, el cine, alguna otra afición que ha tenido especial protagonismo en el hogar… pero difícil será que, en unas y otras familias, no haya una receta o más que resultaran especialmente populares entre sus miembros. Cree un libro de cocina de la familia X y llénelo con las recetas de todos. Las empanadas de la tía Mari, el cebiche de Antonio, la paella, los tacos, las arepas… además de sabrosas recetas, cosechará mil recuerdos valiosos asociados a la cocina y las comidas de su familia.

5. Reúna fotografías y vídeos de toda la familia y componga un vídeo. No es tan difícil como parece, existen numerosos programas que le ayudarán en el proceso y reducirán la edición de su vídeo a arrastrar y soltar elementos, efectos y recursos ya definidos. Y el esfuerzo merecerá la pena. Un simple vídeo que recopile imágenes, filmaciones y recuerdos con un fondo musical constituye el mejor reclamo para convocar una reunión familiar en la que todos disfruten como niños, rían y se emocionen compartiendo memorias y sentimientos. Además, el resultado será atesorado por todos sus parientes y, probablemente, también entre las siguientes generaciones.

Comparta su historia familiar. Comparta a su familia. De otro modo, todas las horas y esfuerzos dedicados a crear y alimentar su árbol familiar habrán perdido parte de su sentido, porque, ¿Verdad que los árboles más hermosos brillan aún más cuando están en un lugar donde todos los contemplamos y apreciamos?