Yo he llegado a conocer a dos bisabuelas mías, que fallecieron con 78 y 97 años. La primera murió cuando yo tenía dos años y la otra murió cuando tenía 9.
Algunos tuvimos la fortuna de conocer a nuestros padres, abuelos, bisabuelos e incluso algunos muy afortunados, algo más que eso, sin embargo no todos pueden decir algo así con una sonrisa en la cara.
El diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (RAE), define “imaginar” como: “Representar idealmente algo, inventarlo, crearlo en la imaginación.
Gracias a los medios de comunicación y sin duda a Internet, tengo la sensación de que hoy en día es más fácil imaginar quienes eran nuestros ancestros. Podemos conocer con mayor certeza, cómo eran las personas en el siglo XIX en Turquía, por ejemplo, sin necesariamente haber estado ahí y tener una idea algo más “clara” de ellos.
Investigar nuestra historia familiar nos hace estar más cerca de nuestros antepasados, saber quiénes eran, dónde vivían, cómo vivían, entre muchas otras cosas.
Entrevistar familiares o amigos de la familia (mayores que nosotros), encontrar fotografías o documentos, podrían darle un empujón a nuestra imaginación y sentirnos más cerca de ellos.
Algunos dicen que los sueños con familiares que no conocimos en nuestra vida, o de los que conscientemente no nos acordamos, son claros reflejos de cómo eran ellos en la realidad. Ese es un tema más bien “esotérico”, donde el creer o no creer depende exclusivamente de cada uno. Yo prefiero creer 😉
¿Hasta qué generación tuvieron la posibilidad de conocer? ¿Han podido encontrar en sus investigaciones familiares, material que les permita “imaginar” de mejor manera a algún antepasado?
Estaríamos encantados de conocer sus historias personales. Dejen sus comentarios a continuación.
mannuccia abel
julio 26, 2013
hola el apellido de mi papa es mannuccia quisiera conocer el arbol genealogico de la familia gracias