Descubrió que fue un Bebé Robado ¡Encontró a su madre y 8 hermanos!
- Por Sonia Meza
Cristina Prisco fue adoptada de bebé por unos padres italoamericanos que vivían en Nueva York. Cuando su padre regresó de Chile con ella cuando era un bebé en 1980, le dijeron que la madre de Cristina era demasiado pobre para mantenerla y había optado por darla en adopción.
Ni a Cristina ni a ninguno de sus padres adoptivos se les ocurrió cuestionar esa historia, hasta que un día del pasado abril, mientras desayunaba, encendió la televisión y vio que entrevistaban a Tyler Graf en el programa Good Morning America.
Tyler, como Cristina, había sido adoptado de bebé en Chile, y al igual que Cristina, nunca se le había ocurrido cuestionar la historia de que sus padres lo habían dado en adopción debido a su inestabilidad económica. Sólo cuando el año pasado encontró a su madre biológica en Chile y se puso en contacto con ella, supo la terrible verdad: fue robado al nacer y dado en adopción por una compleja red internacional de tráfico de niños. Al despertar de la anestesia en el hospital, le dijeron que su hijo había muerto al nacer y no le permitieron ver el cadáver. Muchos miles de bebés -según algunas estimaciones, hasta 50.000- fueron robados a sus padres chilenos de forma similar y dados en adopción fuera del país, como parte de una siniestra campaña política para controlar el crecimiento demográfico.
Tyler, que es bombero en Houston, Texas, fundó Connecting Roots: una organización sin ánimo de lucro que ayuda a los adoptados chilenos a reencontrarse con sus familias biológicas, muchas de las cuales descubren que ellos también fueron secuestrados. MyHeritage se enorgullece de apoyarlos donando kits de ADN gratuitos a los beneficiarios para ayudar a confirmar las relaciones familiares. Otra organización sin ánimo de lucro a la que estamos orgullosos de apoyar, Nos Buscamos, tiene su sede en Chile y ayuda a las familias afectadas por la adopción forzada y el secuestro a reunirse con sus seres queridos en el extranjero. Las dos organizaciones se ayudan mutuamente y comparten datos, y muchas familias se han reunido con éxito gracias a sus esfuerzos combinados.
La historia de Tyler puso la piel de gallina a Cristina. ¿Y si el relato de sus orígenes que siempre había conocido era falso? ¿Podría ser que ella también fuera uno de esos bebés robados?
Decidió llamar a Connecting Roots y se sorprendió cuando el propio Tyler le cogió la llamada. Hablaron durante mucho tiempo. Había muchas similitudes en sus historias. Sintió que todo lo que sabía que era verdad sobre sí misma se desmoronaba a su alrededor.
Tyler se ofreció a echar un vistazo a sus papeles de adopción, y en pocos días, gracias al trabajo conjunto de Connecting Roots y Nos Buscamos, encontraron a la madre biológica de Cristina.
La niña había desaparecido
Cuando Laura Rosa Fuentes Cáceres dio a luz a su quinto hijo en el Hospital Regional de Talca en 1980, le dijeron que el bebé tenía ictericia y que debía permanecer en el hospital. Laura Rosa, que era extremadamente pobre, no podía permitirse pasar otra noche en el hospital, por lo que se vio obligada a tomar el autobús para volver a casa sin su niña. Al día siguiente, volvió para amamantarla, pero la niña ya no estaba. La recepcionista le dijo que los papeles del alta que había firmado eran en realidad papeles de adopción. Laura Rosa estaba muy alterada y se abalanzó sobre la asistente social, pero fue sacada del hospital por los guardias de seguridad. No tenía recursos para luchar o intentar encontrar a su bebé.
Lamentablemente, sabía que no se trataba de una confusión involuntaria: su segunda hija, Marcela, le había sido arrebatada en circunstancias similares unos años antes. Marcela había nacido en casa y nunca fue registrada por el gobierno. Cuando empezó a mostrar signos de retraso en el desarrollo, Laura Rosa la llevó al hospital local para que la examinaran, y le dijeron que la niña estaba enferma y había que ingresarla. Cuando el padre de la niña fue a verla, le dijeron que había muerto y que su cuerpo había sido donado a la investigación médica.
Laura Rosa siguió criando a otros 8 hijos, sin creer nunca que volvería a ver a sus hijas robadas.
Por fin reunidos
A los pocos días de la primera llamada de Cristina con Tyler, Laura Rosa y Cristina ya estaban hablando por videollamada. A Cristina le embargó la emoción al ver el parecido entre ella y las personas que aparecían en la pantalla. Habiendo sido criada como hija única, ¡la idea de tener 8 hermanos biológicos era mucho para procesar!
El siguiente paso era confirmar el parentesco mediante una prueba de ADN. MyHeritage se enorgullece de apoyar a «Connecting Roots» mediante la donación de kits de ADN gratuitos, que se enviaron a Cristina y a su madre.
El ADN no miente: tuvieron una coincidencia del 50%, lo que indica una clara relación entre madre e hija.
«Descubrirlo de la forma en que lo descubrí fue un poco impactante», dijo Cristina al New York Post en un artículo sobre su historia, «pero estoy contenta de descubrir ahora la verdadera historia y estoy al mismo tiempo un poco enfadada por todo lo que tuvo que pasar mi madre. Las personas implicadas eran gente malvada y me arrebataron a mi familia».
En julio, Cristina viajó con su madre adoptiva a Chile para reunirse por primera vez con su familia biológica. Su madre biológica y sus hermanos la esperaban con carteles de bienvenida, y ella fue directa hacia su madre para darle un largo y emotivo abrazo. Aquí puedes ver el vídeo de su emocionante reencuentro:
Los padres biológicos de Cristina la apoyaron durante todo el proceso, aunque su madre adoptiva, Ann Marie Zagaglia, admite que estaba un poco preocupada por cómo la recibiría la familia biológica de Cristina. «Estaba nerviosa porque no sabía a qué atenerme», declaró a la revista People en una entrevista reciente. «¿Soy la persona que se ha llevado a esta niña todos estos años? No sabía si les molestaría que la tuviera durante 42 años, o si les parecería bien». Pero no tenía por qué preocuparse: la familia la acogió calurosamente y la abrazó cuando llegó. «Para mí, eso fue otro milagro, que me convirtiera en parte de su familia desde el minuto en que me vieron».