La respuesta a mi plegaria: Encontré a mi verdadero padre con el ADN de MyHeritage
- Por Sonia Meza


El padre que nos crió no era un hombre demasiado agradable. Era alcohólico y violento. Mi madre se divorció de él cuando yo tenía 7 u 8 años y él se mudó a California para evitar pagar la manutención de sus hijos.
Hace unos años, mis hermanos y yo pensamos en utilizar el ADN para comprobar si podíamos tener medio hermanos en California. Así que decidimos comprar tests de ADN y comprobarlo.
Compramos los kits el Día del Padre de 2018. Había una promoción especial, así que compré varios kits. Le regalé uno a mi tía, la hermana de mi madre. No quería que tuviera que echar saliva en un tubo porque supuse que le daría repulsión y se negaría, así que compré el ADN de MyHeritage, ya que es más agradable y cómodo pasar un bastoncillo por la mejilla.
Los resultados llegaron el 3 de noviembre de 2018. La verdad es que no presté atención a las coincidencias de ADN en absoluto, sino solo a la estimacion étnica. Me sorprendió que mi hermano y yo tuviéramos orígenes diferentes, así que llamé a soporte y hablé con un empleado de MyHeritage y le dije que algo no estaba claro en los resultados. Comprobó mi cuenta y me orientó sobre cómo entrar en la página de coincidencias de ADN.
Miré los resultados: todos mis hermanos aparecían como medio hermanos. Le dije al empleado: «Ah, su proceso está mal».
«No, señora», respondió el representante de soporte, «no está mal».
Siempre he sido un poco diferente
Mi madre falleció, así que no pude preguntarle y me quedé sin respuestas. Después de unos días de lágrimas y confusión, le pregunté a mi tía si sabía quién era mi padre biológico. Hubo silencio al otro lado de la línea telefónica. Me di cuenta de que algo estaba pasando.
Mi tía me dijo que creía que yo había tenido un padre diferente al de los demás niños, toda mi vida. Jugaba y actuaba de forma diferente. Dijo que mi madre salía con un hombre que era mucho mayor que ella, y era conocido como «Dutch». Más allá de eso ella no tenia más información.
Mirando atrás, siempre fui un poco diferente a mis hermanos. Siempre había sido buena con las manos, sabía arreglar cosas, pasaba mucho tiempo en casa de los abuelos. De repente, las cosas empezaron a resultarme claras.
Como no tenía coincidencias cercanas que pudieran ayudarme a llegar al lado paterno, me uní a un grupo en Facebook llamado NPE ( siglas en inglés de «padre no esperado»). Allí me explicaron que, para que haya coincidencia, ambas partes deben estar en el mismo grupo genético. Así que me hice pruebas en todas las empresas posibles, subí mi ADN a varias bases de datos y esperé. Todos los días rezaba a Dios para saber al menos el nombre de mi padre, porque suponía que la probabilidad de que viviera, con más de 90 años, era mínima.
Mi nieta se ofreció a ayudarme. Consiguió todas las contraseñas de mis cuentas y revisó toda la información disponible. En febrero, me dijo que tenía un primo hermano. Con un poco de trabajo de detective genealógico, pudo localizar a un hombre de 91 años que era claramente un pariente mío por parte de padre, que vivía en Florida.
‘¿Podrías ser mi padre biológico?’
Le escribí una carta y se la envié por correo. En la carta le decía quién era y por qué me ponía en contacto con él: por saber si conocía a alguien que hubiera salido con mi madre en 1954. Pensé que podría tener un hermano mayor o un primo que lo hubiera hecho, porque él sólo era 3 años mayor que mi madre y no «mucho» mayor.
Pasaron unos días y el 21 de marzo de 2024 sonó mi teléfono; había un hombre al otro lado de la línea. Hablamos un poco al principio, y luego le pregunté:
«¿Conoce a alguien que saliera con mi madre, Elaine King, en 1954?».
«¡¡Yo salí con ella!!», me contestó.
Le conté que mi tía me había dicho que mi madre había salido con un tal Dutch.
Él respondió: «¡Ese soy yo! Hacía años que no oía ese nombre».
Le dije: «¿Es posible que seas mi padre biológico?».
Me contestó: «Podría ser».
Entonces le pregunté si estaría dispuesto a hacerse una prueba de ADN. Me contestó: «Claro, ya tengo cuatro hijos. No me importaría tener otra».
Me sobraban kits, así que le ofrecí enviarle uno para comprobar si era mi padre. Aceptó con gusto.
Mi hija envió el kit lo más rápido posible. Él realizó la prueba y la envió al laboratorio. Pasaron unas semanas y el 19 de abril llegó el rotundo resultado: ¡Padre!

Padre biológico de Wanda
Una plegaria contestada
El Día del Padre decidí darle una sorpresa y pude conocerle por primera vez.
Le di un abrazo al hombre por el que había rogado conocer desde hacía cinco años y medio, y le canté una canción en su iglesia.
Pude besarle, abrazarle y ver juntos futbol americano y golf. Me siento bendecida por haber tenido este privilegio. Dios responde a las oraciones.
Es todo lo contrario del padre que tuve de niña: no bebe, no fuma. Me abraza, me quiere y me cuida. Hablamos casi todos los días por teléfono y siempre empieza la conversación con un «¿Qué hay de nuevo hoy, cariño?».

Wanda se reúne con su padre por primera vez
Descubrimos que el médico que me trajo al mundo era el mismo que trajo al mundo a sus otros hijos y que era nuestro médico de cabecera. Todos vivíamos en la misma ciudad de Grand Rapids, Michigan, muy cerca unos de otros. Mi recién conocida hermana y el hermano con quien crecí coincidían en el mismo centro de trabajo.

Wanda y su padre comparten momentos agradables
El próximo mes de febrero volveremos a vernos. Iré a visitarle junto con algunos de los míos y celebraré su cumpleaños (22 de febrero) con él, y él celebrará mi cumpleaños (23 de febrero) conmigo – ¡nuestro primer cumpleaños juntos! Luego nos reuniremos con parte de su nueva familia y él podrá conocer a algunos de mis hijos y nietos, sus nietos y bisnietos.
Me siento muy feliz y bendecida. 😇
¡Muchas gracias a Wanda por compartir esta maravillosa historia – y su hermosa canción – con nosotros! Si tú también has hecho un descubrimiento increíble mediante MyHeritage, nos encantaría que nos lo contaras. Por favor, compártelo con nosotros utilizando este formulario o envíanos un correo electrónico a stories@myheritage.com.