Día de los Enamorados: Sus historias

Hoy es el día en que millones de personas alrededor del mundo envían flores, escriben cartas de amor y dicen «Te amo» a sus parejas, familias y seres queridos con motivo del Día de San Valentín.

Cada uno de nosotros tenemos nuestras propias historias románticas, ya sea un primer amor, el primer beso o el descubrimiento de un admirador(a) secreto(a), estas historias son momentos memorables.

En MyHeritage, sabemos la importancia de la familia y el amor en nuestras vidas. La semana pasada, les pedimos que envíen historias románticas de las propuestas, el matrimonio y el amor, en sus historias familiares únicas.

En este día especial, compartimos algunas de nuestras favoritas:

Patricia:

A los 16 años, mi difunto padre tomó un brazalete del brazo de mi madre cuando estaban en la escuela. Dijo que se lo daría de vuelta el día que se casaran. Él mantuvo su promesa, muchos años después. Si bien ninguno de ellos está más conmigo, ahora tengo el brazalete, y es muy especial para mí .

Danuta:

Tengo 56, y nací con una discapacidad. Siempre había pensado que una persona con discapacidad no podría enamorarse, y mucho menos tener una familia. Gracias a Internet, comencé a tratar de conocer y escribir a hombres para poder entablar algo serio. El 14 de junio de 2008, recibí una respuesta de la ciudad de Glogow (Inglaterra). Comenzamos a escribirnos todos los días y un mes más tarde, en julio, nos reunimos por primera vez. Fue amor a primera vista. En menos de un año, nos casamos en el Día de San Valentín del año 2009. Hemos estado felizmente casados ​​durante cuatro años.

Halina:

Mis padres se conocieron al igual que en las películas. Imagine una pequeña ciudad  Ucraniana en 1937 (hoy en Polonia). En una pequeña tienda judía, una joven y hermosa mujer compra cerezas. Detrás de ella, un extraño joven espera en la fila. La joven se acercó y compró. Ella se sorprendió cuando de repente, el joven le entregó un cesto de cerezas. A partir de entonces, fue el inicio de una relación romántica. Poco después de casarse, dio a luz a una hija en 1939, en medio de la Segunda Guerra Mundial.

Aunque no es tan cinematográfico como la de mis padres, yo también conocí a mi marido de una manera romántica. Era el 2 de enero 1958, y acababa de pasar la víspera de Año Nuevo en las montañas. Esperaba en la estación de tren en Bielsko-Biala (Polonia). Cuando anunciaron mi tren a Rybnik, un joven teniente de uniforme se acercó a mí y me dijo: «Creo que vamos en el mismo tren» Desde ese viaje en tren, hemos estado juntos por 55 años, para bien o para mal.