

No hay nada como una primera foto familiar cuando por ejemplo, un niño recién nacido llega al mundo. Los orgullosos padres, figuran en este tipo de sesiones con una sonrisa que difícilmente podría ser reproducida en alguna otra representación artística nuevamente.
Pare esos momentos donde nos gusta tener un recuerdo familiar invaluable, antes era necesaria una cita con el fotógrafo para hacer que esto fuera posible, pudiendo hacerlo ahora de forma autónoma, independiente y en poco tiempo, desde un moderno smartphone, tableta o la cámara digital.
Hacer una sesión de fotos durante el siglo 19, era costoso y no para todos, muchas familias no fueron capaces de hacerlas y las que tenían la oportunidad, se veían reflejados como nerviosos, me imagino que por lo que significaba la experiencia.
En el siglo XX en cambio, las cosas cambiaron, las fotografías se hicieron bastante más comunes, por lo tanto aumentaron en tamaño y cantidad (para el disfrute de los investigadores de historia familiar). La foto de a continuación, muestra una postura bastante más relajada que la anterior.
Porque como dice el dicho: “Una imagen vale más que mil palabras”, ¿Tiene usted su primera foto familiar?
CRíos Fotografía
enero 11, 2014
Estoy contigo en eso de «una imagen vale más que mil palabras».
Muy buen post.
Un saludo