11 Trucos infalibles de Genealogía para investigadores

Hace unas semanas desarrollamos los 13 errores frecuentes de los novatos en Genealogía y hoy queremos hablar de la experiencia y los aciertos cuando llevamos camino andado en la búsqueda de la historia familiar.

  1. Recogen toda la información familiar, no sólo la del grupo principal. Aunque se trabaja por objetivos, un investigador con ojo avisor va recogiendo todo el material que puede ayudarle después en momentos de escasez de datos. Como ventaja añadida, pueden generar árboles genealógicos muy extensos.

  2. Documentan a medida que van avanzando, no dejándolo para el final. Mantienen las fuentes actualizadas y llevan un registro detallado de investigación. Fotocopian las fuentes, (cuando es permitido) y añaden todos los eventos como el servicio militar o los censos. Tienen siempre en cuenta la frase de «Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar».

  3. Contrastan la información. Si alguien comparte un árbol genealógico con ellos, por tener un antepasado en común, antes de agregarlo al suyo, contrastan las fuentes hasta estar seguro que son parientes y que éstos nuevos familiares, están correctamente identificados. Buscan varios registros para una persona y no se fían de una única fuente, esto hace que desaparezcan las conclusiones superficiales. Mientras más fuentes se citen, menos probable será que las conclusiones no se sustenten en la evidencia.

  4. La ortografía es un elemento más pero no el más importante. Les resultaría francamente extraño si encontraran los apellidos escritos de manera inalterable a lo largo de las generaciones. Se informan acerca de los diferentes usos de las letras y sus correspondientes en latín, como por ejemplo la letra «b» por la letra «p»: obtimus por optimus. La «b» se usaba en lugar de la «u»:   abdiencia por audiencia. Así como estas variantes, muchas más, incluso la puntuación, abreviaturas y «modas» que difieren según la época.

  5. Tienen un objetivo de investigación específico. Saben de quién y qué buscar, es decir que pueden preguntar claramente lo que necesitan conseguir. Disponen de un registro de grupo familiar detallado y documentado que revisan con frecuencia. Si aparece información no relacionada, la forma de proceder sería: colocarlo en su lista de investigación y marcarlo para tenerlo en cuenta en futuras investigaciones.

  6. No caen en la tentación de investigar una nueva familia sin terminar la anterior. Saben que inevitablemente esto les conducirá al temido muro o pared genealógica, en la que se acaban las generaciones por investigar. Para ampliar las líneas hacia el pasado, se quedan en el grupo familiar seleccionado, aunque alternen con los miembros de ese grupo. Documentan cada individuo de la familia.

  7. Su investigación se inicia en el antepasado más reciente. Un investigador experimentado sabe que un antepasado reciente y más documentado es más fácil para investigar, dado que las pistas que aportan los registros hacen los eventos pasados más verificables. Si lo que quiere es enlazar un antepasado famoso debería investigar todas las líneas del probable familiar, y lógicamente documentarla. No confía en la investigación ajena.

  8. Toman nota de todos los familiares.  Cuando acceden a los Censos, toman nota de todos los habitantes de una casa y cualquier vecino con apellidos similares, mismo lugar de origen, ocupación, etc. En el pasado los viajes eran limitados y el investigador debería darse cuenta que la proximidad en el domicilio podría implicar una relación familiar o amigos muy cercanos. Más adelante, puede investigarse estos vecinos y ayudar a que prospere cuando otras vías están agotadas en su historia familiar.

  9. No se pelean con las contradicciones.  Comprenden que las contradicciones y discrepancias son parte del proceso de investigación, analizándolas y explicándolas para entender mejor las situaciones. Se mantienen abiertos a descubrir nueva evidencia que pueda corroborar o invalidar las conclusiones de hoy.

  10. Uno de los objetivos es compartir su trabajo. Los investigadores quieren poder ser verídicos. Compartir su trabajo puede revelarles errores en sus conclusiones,  pistas que ha pasado por alto o encontrar más areas que necesitan más verificación de resultados. Colocan la información de contacto en todo lo que seleccionan para compartir y así recibirán contactos de sus parientes lejanos y podrán mejorar la información que tienen.

  11. Aprenden constantemente sobre genealogía y métodos. Toman y dan clases, leen, escriben artículos, blogs, libros y visitan lugares ancestrales. Se esfuerzan por comprender la cultura, comunidad, familia y costumbres de quiénes están investigando. Buscan constantemente nuevas y mejores maneras de encontrar antepasados sin inventar nuevos métodos, sino basándose en métodos probados.

Como investigador experimentado en su Historia Familiar ¿Cuáles han sido sus aciertos? ¿Qué consejo daría a los novatos?

Compártalo con nosotros en los comentarios 😉

Comentarios

La dirección de correo electrónico se mantiene privada y no se mostrará.

  • Alberto Málaga

    julio 18, 2016

    Muy esclarecedor. Gracias