Cambio Climático, ¿Desde cuándo existen registros históricos?

Cambio Climático, ¿Desde cuándo existen registros históricos?

El cambio climático nos preocupa a todos, y por eso cada vez se mencionan con mayor frecuencia los registros históricos del clima para mencionar que las olas de calor, el frío extremo o algunos fenómenos atmosféricos han superado las cifras recogidas desde hace muchos años. Pero, ¿qué son estos registros y en qué medida pueden reflejar el cambio climático? ¿Pueden ayudarte de algún modo a la hora de completar tu árbol familiar de MyHeritage?

El cambio climático reflejado en los registros

Los primeros datos meteorológicos en España se recogen en 1805, en concreto en el Real Observatorio Astronómico de San Fernando de Cádiz y se trata de un seguimiento de las precipitaciones mensuales en la zona.

Este veterano observatorio mantiene registros meteorológicos de casi doscientos años, pero no es el único en el país. Según la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología), en la actualidad hay 3.300 observatorios en funcionamiento, pero el Banco Nacional de Datos Climatológicos contiene información de cerca de 12.000 puntos de observación meteorológica.

De esta manera, tanto en España como en infinidad de países de todo el mundo, se registra y analiza la evolución de la climatología en los últimos siglos y, aún con mayor celo en estos años debido a los indiscutibles cambios que se están produciendo en la meteorología.

Lo que empezó como una mera recopilación de datos escritos en papel se ha convertido ahora en una serie de mediciones que aprovechan al máximo la tecnología para aumentar la precisión y utilidad de la información recogida. 

Siguiendo con el caso de España, el Banco Nacional de Datos Climatológicos conserva los primeros registros manuscritos y estos se encuentran microfilmados e informatizados en su mayor parte. Al tiempo, desde el año 2009 se están recogiendo los datos de 700 estaciones meteorológicas cada diez minutos, por lo que cualquier cambio en la climatología puede ser observado y analizado prácticamente en tiempo real.

¿Cómo pueden ayudarme los registros climáticos?

La página web de la AEMET ofrece una carta de servicios destinados a cualquier ciudadano. Uno es el de acceder a los datos obtenidos por las mencionadas estaciones meteorológicas del país, lo cual se hace mediante un formulario a través del cual filtrar la provincia, estación y datos concretos que deseamos, con la opción de exportar a un excel los resultados que aparezcan en pantalla.

Los registros climáticos de miles de estaciones meteorológicas se pueden obtener en la página de la AEMET

Pero hay otro servicio más interesante para cualquier aficionado a la historia familiar. En la web se pueden solicitar certificados sobre las mediciones del pasado. Y aquí es donde se presenta una vía más para obtener pistas en las investigaciones genealógicas. 

Cuando llevas un tiempo construyendo tu árbol familiar y recopilando las historias de tus antepasados llegas a darte cuenta de que, a lo largo de sus vidas, son muchos los pequeños rastros que dejan en diferentes sitios. Los registros vitales, los documentos de compra, propiedades, herencias, emigraciones, archivos militares…

Y estos papeles, sus datos y sus historias, pueden recrearse en ocasiones mediante otra información aparentemente poco conectada. Te pondremos un ejemplo.

Tal vez tu abuelo te ha contado la historia de un evento familiar, pero no recuerda la fecha exacta. Sin embargo, puede que sí se acuerde de que fue el mismo día en que la ciudad se inundó o estaban aislados por una intensa nevada.

Los fenómenos meteorológicos marcan nuestras vidas de muchas formas y dejan tras sí noticias en las hemerotecas, recuerdos familiares, imágenes espectaculares de una tormenta o una lluvia torrencial que aparecen en el sótano sin una fecha asociada… acudir al Banco Nacional de Datos Climatológicos de la AEMET es un recurso más que puede proporcionarte el dato que llevas buscando desde hace tiempo. 

Es cierto el conocido dicho de “Todos los caminos llevan a Roma”. Si no todos, siempre tenemos más de una opción para llegar hasta la historia de nuestra familia. No te limites a consultar y escudriñar únicamente los archivos más utilizados. 

Son, claro que sí, los primeros pasos para nutrir nuestra genealogía, pero tras estos, utiliza tu imaginación, piensa en cada detalle de las historias que se cuentan en tu familia e intenta imaginar dónde puede haber quedado un dato o registro de lo que están relatando. 

Como hemos dicho otras veces, la aventura de la historia familiar comienza cuando creas tu árbol gratuito en MyHeritage, pero a partir de ahí, en realidad nunca acaba. Los descubrimientos, las historias, las revelaciones… ¡son prácticamente inagotables!