Diario de Viaje: de Suecia a Australia
- Por Sonia Meza
Imagínese que usted se embarca en un viaje 125 años hacia atrás por todos los continentes. Eso es lo que Anna, de Suecia, va a hacer volando a través del mundo hasta Australia para viajar a las ciudades de sus antepasados y aprender sobre ellos.
Anna documentará su viaje genealógico para aprender más sobre sus raíces en su blog. He aquí su primer mensaje, publicado originalmente en nuestro blog Sueco.
Estoy nerviosa, feliz, siento hormigueos, y un poco de temor en este viaje. Sin embargo, hay una gran diferencia en viajar ahora a 1890, cuando Oskar decidió emprender su propio viaje. Dejó su trabajo, amigos y familiares para una aventura repleta de incertidumbre buscando algo nuevo. Hoy en día, este miedo no es tan necesario con toda la tecnología que nos conecta con nuestra familia sin importar el lugar donde vivimos. Es fácil mantenerse en contacto con nuestros seres queridos, a diferencia de 125 años atrás.
Su mensaje continúa:
Oskar nunca tuvo este cómodo acceso a la tecnología durante las 24 horas. Cuando bajó del barco desde Gotland, Suecia, sabía que era poco probable que volviera a ver a su familia de nuevo.
Sus padres deben haber estado nerviosos también. Ellos, no tenían manera de saber lo que podría suceder en su viaje. Claro, él podía escribir cartas, pero ¿cómo sabrían que había llegado? ¿Conocían el destino exacto al que se dirigía?
La emigración Sueca durante el siglo 19 era un pasaporte a una nueva vida, a menudo sin saber qué iba a suceder. Las personas como Oskar que decidieron emigrar para tener la pequeña esperanza de una vida digna en otro lugar, a menudo, reconocían que era el último recurso para la supervivencia. A diferencia de hoy, la gente puede moverse más libremente y optar por tener una nueva experiencia. En el caso de Oskar, la elección fue una de desesperada decisión para hacer algo de su vida, no unas vacaciones de placer.
Mi viaje a Australia al mismo destino que Oskar es un viaje para descubrir cosas nuevas. Oskar fue en busca de una nueva vida, pero yo busco lo que Oskar llevó. Dejó a su familia en Suecia para construir una nueva en el otro lado del mundo, dejando un legado de cuatro hijos, siete nietos, 17 bisnietos y 33 tataranietos. Y estos son los legados de los que quiero aprender más.
Su familia sigue creciendo, y ahora es mi turno seguir los pasos de Oskar a Australia para aprender acerca de sus experiencias, cavar en mis raíces ancestrales y conocer nuevos parientes.