En MyHeritage les deseamos a todos los padres un ¡feliz día!

En MyHeritage les deseamos a todos los padres un ¡feliz día!

Hace algunos días, pedimos a través de nuestro blog y nuestras redes sociales (Facebook, Twitter, Google+), historias especiales de vuestros padres (o de ustedes como padres), para compartir con nosotros.

De todas las historias que recibiríamos, seleccionaríamos una como la “ganadora”, la que obtendría una cuenta Premium por un año en MyHeritage.

Como siempre, tuvimos una excelente participación de parte de nuestr@s querid@s lector@s, quienes compartieron emotivas historias en donde sus padres jugaron un rol importante, marcando de alguna manera sus vidas.

Invitamos a tod@s a leer la historia que seleccionamos como la ganadora de esta cuenta Premium de MyHeritage. Felicitamos a Nieves Martín de Tenerife, España, y le pedimos que por favor se ponga en contacto con nosotros a través del correo electrónico Support@myheritage.com comentando que fue la ganadora del concurso “Día del Padre”.

“MI MIEDO NOCTURNO

La noche llegaba otra vez, y otra vez llegaba ese miedo inexplicable que yo sentía al caer el momento de ir a dormir. Somos una familia numerosa y por esos tiempos me tocaba dormir en lo que era el salón de la casa, en un buen sofá-cama.

Tendría yo unos siete, ocho años y tenía la mente llena de historias de fantasmas, la mano negra, el hombre del saco… todas infundidas por mis hermanos, tíos y primos que se entretenían dándose miedo ellos mismos pero habían conseguido asustarme hasta tal punto que ni dormir sola me atrevía. Así cuando la noche llegaba y no me quedaba otro remedio de ir al sofá, ¡¡ufff!!

Aquel dichoso miedo comenzaba a actuar y fue cuando empecé a llamar a mis padres. Al principio me contestaba mi madre pero cuando yo decía no puedo dormir, tengo miedo, ella mandaba a mi padre, y era él quien al ratito, al escuchar mi insistencia, se levantaba de su aposento y venía a mi salvación.

Se acostaba a mi lado y me decía al mismo tiempo que me hacía esas cosquillas en la nuca que me erizaban toda la piel y en la pequeña oreja que tengo y me decía ¡¡Duérmete!! Al rato me dormía. Pero a la mañana siguiente descubría que ya no estaba a mi lado, que seguramente en cuanto yo me dejaba dormir él se iba a su cama y me dejaba sola en peligro de esos fantasmas, mano negra, étc. y eso ya no me gustaba, así que quise solucionarlo y a la noche se repitió todo otra vez, y en cuanto mi padre me decía duérmete, yo me acercaba a él y le ponía mi pie sobre el suyo, mi rodilla escachaba su cintura, y toda mi pierna lo rodeaba preso de mi miedo, para agarrarlo y prohibirle que se fuera.

Así una noche y otra y otra, y hay estaba mi padre con su paciencia, con su cariño con su amor aguantando mis miedos. No recuerdo cuando dejó de ir a salvarme en mis noches de sueños miedosos, quizás fue cuando me hizo mi habitación para mi sola. Ahora, con los 34 años que tengo, cuando la noche me viene miedosa, cierro los ojos, y llamo a mi padre y aunque hace mucho que subió al cielo, él baja a mi cama, se acuesta a mi lado, me estremece la piel cuando me hace mis cosquillas en la nuca y acaricia mi oreja. Hasta que me duermo cuando con su voz noble, tierna, me dice casi susurrándome, duérmete.

Con mucho cariño, para mi padre, Cesáreo al que le debo todo mi ser.”

Comentarios

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  • Elena Pereira Lisboa Roma , San Fernando ChileSan Fernando-CHILE

    junio 18, 2012

    Preciosa historia, un saludo cariñoso para Nieves, muy merecido el premio.